una vida cristiana ejemplar
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Título: Una vida cristiana ejemplar

Fondo Bíblico: 1 Tesalonisenses 1:1-10.

Verdad Central: Hemos sido salvos no solo para nuestro propio beneficio, sino también para que conduzcamos a otros a Jesucristo.

Texto Áureo: Se ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor espíritu, fe y pureza. Timoteo 4:12.

OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE

1. Familiarizarnos con las características de la iglesia de los tesalonicenses, según se describen en esta epístola.

2. Inundarnos de un vivo deseo de imitar fielmente a los hermanos de Tesalónica.

3. Practicar una vida caracterizada por, las buenas obras y un poderoso testimonio cristiano.

BOSQUEJO GENERAL

I. Frutos dignos de elogio

A. La siembra de la semilla

B. La semilla echa raíces

II. Un testimonio poderoso

A. Basado en la Palabra de Dios

B. Buenos ejemplos para todos

III. Eficientes en la obra de Dios

A. Lealtad en el servicio

B. Firmeza en la esperanza

Introducción

En nuestro estudio, basado en las dos cartas que el apóstol Pablo escribiera a la iglesia que estaba en Tesalónica, descubriremos varias verdades de valor perdurable, las cuales si se incorporan en el pensamiento de cualquier comunidad cristiana, en cualquier época, seguirán demostrando su eficacia como lo fueron para aquellos cristianos. El informe que Timoteo le trajo a Pablo a Corinto sobre el estado de cosas en la iglesia de los tesalonicenses bien puede representar a los informes de numerosas iglesias del mundo del siglo veinte.

¿Cuáles era algunos de los problemas a los que se estaban enfrentando aquellas jóvenes congregaciones que esperaban con ansias el regreso del evangelista que las había establecido? Podemos enumerar algunos de ellos.

Los propósitos y la motivación de Pablo estaban siendo confundidos por sus enemigos, y su conducta estaba siendo malinterpretada.

La segunda venida de Cristo también había sido mal entendida. Muchos de los creyentes de Tesalónica estaban muy tristes y se sentían frustrados por la muerte de sus seres queridos y por el estado en que estos se encontraban; pues según las falsas enseñanzas, sólo los que estuvieran vivos para la venida del Señor recibirían las adiciones prometidas en el evangelio.

Otros problemas que podía detectarse en ellos eran las divisiones internas de la iglesia tesalonicense, los resentimientos y expresiones de menosprecio hacia las autoridades de la iglesia y el constante peligro de caer nuevamente en la inmoralidad.

Fijándonos bien en todo esto, tal rece que la naturaleza humana no ha cambado nada a través de los, siglos. Esta es la razón principal por la que debemos poner mucha atención a las inspiradas enseñanzas del apóstol

Exposición Bíblica

I. Frutos dignos de elogio (1 Tesalonicenses 1:1-4).

A. La siembra de la semilla.

Una de las historias más conmovedoras del libro de los Hechos es la que relata cómo una cadena sobrenatural de circunstancias culminó con la introducción del mensaje del evangelio a una región del mundo, conocida hoy romo Europa (Hechos 16:6).

Pregunta: ¿Qué fue lo que sucedió en Filipos?

Obedeciendo las instrucciones del Espíritu Santo, Pablo navegó desde Troas a Macedonia. Cuando llegaron a tierra firme, inmediatamente Pablo decidió entrar a la ciudad de Filipos. La primera persona convertida allí fue una mujer llamada Lidia, miembro de un grupo de mujeres que acostumbraban celebrar reuniones de oración a orillas de un río, donde Pablo la conoció y la evangelizó.

La persecución contra Pablo no se hizo esperar. Allí él fue arrestado y puesto en el cepo, después de haber intervenido para que el Señor liberara de la posesión de los demonios a una muchacha que era explotada por sus amos en la ciudad. Alguien ha dicho, con mucha razón, que las dos cosas que pueden llevarlo a uno a la cárcel son obras muy malas, u obras muy buenas.

Cuando los siervos de Dios se encontraban encerrados, experimentando crueles sufrimientos por causa del evangelio, empezaron a glorificar a Dios con himnos de alabanza en medio de la noche (Job 55:10). Un gran terremoto sacudió la cárcel y soltó las ataduras de Pablo y Silas. Ellos, sin embargo, no salieron del lugar, sino que esperaron hasta que las autoridades de ciudad llegaran a libertarlos como una demostración de que habían cometido un grave error al encarcelarlos y tratarlos tan mal. Después de esta milagrosa liberación, Pablo se trasladó con rapidez a la ciudad de Tesalónica, bajo la dirección del Espíritu Santo.

Pregunta: ¿Porqué Tesalónica? ¿Porqué no Anfípolis o Apolonial (Hechas 17:1).

Pablo conocía muy bien la de la región. El sabía que Tesalónica era un punto muy estratégico, debido a su ubicación. Era muy importante que el mensaje del evangelio llegara a la ciudad de Tesalónica. Era una gran ciudad que contaba con grandes riquezas. Era un puerto de mucha importancia en la "Vía Ignacia" o sea la ruta que unía a Roma, la capital del imperio, con el mundo oriental. Si el evangelio echaba raíces en este estratégico lugar, lo más seguro sería que de allí se esparciría hacia el oriente y también hacia el occidente.

Qué bello es echar una mirada retrospectiva al panorama ministerial de Pablo y a la manera en que Dios dirigió sus pasos por medio del Espíritu Santo. mismo puede ocurrir con nosotros hoy si dejamos que la voz de Dios nos oriente y somos obedientes a la dirección del Espíritu Santo en todo lo que emprendamos.

Pablo se encontraba ahora en el país de Alejandro el Grande. Alejandro había logrado conquistar todo el mundo de su tiempo, y luego, se dice que se puso a llorar porque no había otros mundos qué conquistar. Es probable que Pablo estuviera enterado de esto mientras pensaba en las oportunidades que le vendrían en el futuro. Sin embargo, en lugar de un mundo dominado por la cultura griega, Pablo aspiraba conquistar todo el mundo de su tiempo para el evangelio de Jesucristo.

B. La semilla echa raíces

El establecimiento de la iglesia en Tesalónica se describe en diez cortos versículos (Hechos 17:1-10).

Pablo ministró la Palabra de Dios en la sinagoga de los judíos durante tres sábados (menos de un mes). Su predicación tuvo tanto éxito que muchos creyeron en Cristo, tanto judíos como griegos (Hechos 17:4). Luego apareció una turba y se formó un gran alboroto. Pablo fue acusado de ser un alborotador y trastornador del orden público. Como resultado de esta acusación se le obligó a salir de la ciudad para escapar por su vida. Después de una breve estadía en Berea y luego en Atenas, el apóstol llegó a la ciudad de Corinto.

Fue desde ese lugar, entre los años 51 53 d.C. que él escribió esta epístola a la joven iglesia de Tesalónica.

Pregunta: ¿Qué importancia tienen las obras?

Es evidente en las Escrituras que las obras no son necesarias para la salvación (Efesios 2:8, 9). Sin embargo, podríamos referirnos a las obras como una prueba práctica de la fe (Santiago 2:14-26). Casi no escuchamos sermones sobre la ética de las obras cristianas. Quizá sea porque no nos agrada mucho pensar en que las obras que realizamos en la vida cristiana revean lo que somos. Hay creyentes que realizan obras por miedo; otros lo hacen solamente por ver qué pueden conseguir; y aun hay quienes hacen algo en la obra de Dios únicamente porque se ven bajo la presión del deber.

Pero los cristianos tesalonicenses no actuaban de esa manera. Sus obras estaban inspiradas en su fe; el trabajo que realizaban en la iglesia fluía de su profundo amor; y su paciencia se manifestaba en la firmeza ante las persecuciones (versículo 3). Ellos sabían que estaban trabajando y sirviendo a Dios, no a los hombres. La genuinidad de su consagración se veía en el hecho de que aunque fueran tareas muy duras o hasta cierto punto humillantes, ellos las realizaban por amor al Señor.

Pregunta: ¿Quiere decir esto que Pablo enseñaba que .salvación se obtiene por medio de obras? (Vea Santiago 2:14-26; 1 Juan 3:17, 18.)

De ninguna manera. En todas las epístolas paulinas hay una sección dedicada a hacer énfasis en el lado práctico de la justicia. El creía firmemente en que la práctica de obras buenas en la vida cristiana es el resaltado directo de la verdadera conversión.

Enseñanza práctica

Pregunta: ¿Qué obras buenas podría empezar a hacer usted como prueba de su fe en Cristo?

Dado que lo esencial para las obras del cristiano es la motivación nacida del amor, nadie está capacitado para dictarle a otro cuáles obras tiene que realizar. No obstante, puede ser que una de las sugerencias que se presentan a continuación le estimule a explorar una nueva dimensión de actividades en su vida cristiana para dar así pruebas de su fe:

- Enseñar en la Escuela Dominical y en campamentos juveniles.

- Ocuparse en el servicio de transportación y evangelismo.

- Visitación de reclusos.

- Servir en el ministerio telefónico. -Ocuparse de la correspondencia de la iglesia.

- Participar en un proyecto comunitario.

- Circular invitaciones para los servicios de la iglesia.

- Trabajar en los programas infantiles o el cuidado del departamento de cuna.

Las únicas obras que realmente valen la pena recordar son las que se realizan para Dios si se hacen con la actitud correcta, con las mejores motivaciones y sin preguntar quién recibirá el honor por ellas, siempre que la honra y la gloria sean para el Señor.

II. Un testimonio poderoso (1 Tesalonicenses 1:5-8).

A. Basado en la Palabra de Dios Nosotros no necesitamos una personalidad sobresaliente, ni tenemos que presentar un historial interminable de grandezas en nuestra vida para poder ser testigos eficientes del evangelio. El mensaje poderoso del apóstol Pablo era simplemente la proclamación de las cosas gloriosas que Dios había realizado en su vida. El testimonio más simple de cualquier hijo de Dios puede hacer que hasta el más encumbrado de los gobernantes del mundo tiemble de convicción (Hechos 24:24, 25).

Pablo, Timoteo y Silas lograron establecer una congregación firme y numerosa en una de las ciudades más importantes de la región a pesar de las persecuciones a las que tuvieron que enfrentarse.

En su carta, Pablo declaraba sin lugar a dudas que una de las principales razones por las que esta joven iglesia podía dar un testimonio tan fuerte y poderoso era porque recibió el mensaje del evangelio en medio de grandes persecuciones y mucha aflicción (1 Tesalonicenses 1:6).

Las presiones sacan a relucir muchas veces lo mejor o lo peor de una persona. Si nuestro testimonio no está basado firmemente en la Palabra de Dios y no nos hemos profundizado en el poder del Espíritu Santo nos puede ocurrir lo que le sucedió a Pedro, que seguía de lejos al Señor. Si persistimos en esa actitud de indecisión, podemos pronto encontrarnos entre el grupo de incrédulos y hasta llegar a negar al Señor.

Enseñanza práctica

Pregunta: ¿Qué presiones podrían ayudarnos a descubrir la profundidad y la firmeza de nuestro testimonio hoy?

Las persecuciones y los ataques físicos obligaron a los tesalonicenses a definir su posición, ya fuera a favor del evangelio de Cristo, o contra él. En nuestro país probablemente no estemos enfrentándonos a ataques físicos (aunque no estamos lejos de ello), pero ya existen distintos tipos de presiones que nos son adversas. La reacción negativa de la sociedad, las luchas familiares, las costumbres y vicios de la vida antigua, las ideologías y argumentaciones anticristianas; todas estas son cosas contra las cuales tienen que enfrentarse los recién convertidos al evangelio. Los cristianos de más experiencia también se enfrentan a ciertas presiones, muchas veces sin darse cuenta de ello. Satanás no tiene necesidad de atacarnos físicamente. Lo único que tiene que hacer para destruirnos espiritualmente es fomentar en nosotros el desaliento y la indiferencia hacia nuestra relación con Dios. La falta de la lectura de la Palabra de Dios, la falta de oración y la asistencia irregular a la iglesia son elementos suficientes como para echar por el suelo el testimonio de un creyente.

B. Buenos ejemplos para todos Pablo no sentía temor de recomendar a sus lectores y oyentes su testimonio personal: "Os ruego que me imitéis" (1 Corintios 4:16). "Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros' (Filipenses 3:17). Sin embargo, él explica también qué razón ellos podían imitarlo: " imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1).

El peligro de hoy es que mucha gente imita al pastor, pero él no está imitando a Cristo. En su Primera Epístola a los Tesalonicenses, Pablo elogia efusivamente a estos creyentes porque su fe había sido establecida en la Palabra de Dios y en el poder del Espíritu Santo y habían sabido hacer frente a todo tapo de problemas y aflicciones (versículo 6), de tal manera que habían venido a ser dignos de servir como modelos o ejemplos a los creyentes de toda la región de Macedonia y de Acaya (el norte y el sur de Grecia).

Pregunta: ¿Cómo era que Pablo estaba tan informado acerca de la fe y el testimonio de estas creyentes?

En el versículo 8 él les dice: "Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido." La palabra "divulgada" viene de una expresión griega que da la idea una estación de radio que trasmite algo a todo su contorno. El testimonio de estos hermanos resonaba como una trompeta. El sonido de este testimonio fue abarcando gradualmente toda la región de Macedonia, hasta llegar a Acaya y luego a la ciudad de Corinto que era, donde se encontraba el apóstol Pablo. No cabe duda de que estas noticias alentaron el corazón e Pablo en gran manera.

Cristo, porque en él residía el poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree (Romanos 1:16). La esperanza que había en su corazón había hecho desaparecer la vergüenza y toda timidez, porque el amor de Dios se había derramado en sus vidas abundantemente (Romanos 5:5).

Nosotros debemos responder con valor y firmeza a este desafío de proclamar fielmente hoy la Palabra de Dios para que otros puedan también llegar a conocer la salvación gloriosa que el Señor ofrece a todos.

Enseñanza práctica

Cuando nos detenemos para meditar en todas las cosas que el Señor ha hecho para nuestro bien, lo más natural es que surja de nuestro corazón un vivo deseo de alabar su nombre y dar testimonio ante el mundo de la gracia salvadora que. hemos experimentado. ¿Saben sus vecinos que usted es cristiano? ¿Lo sabe su jefe? ¿Lo saben sus compañeros de trabajo o sus empleados? Aquí cabe repetir el viejo refrán que dice: "Si usted fuera arrestado por ser cristiano, ¿habría suficientes pruebas como para declararlo culpable?"

Pregunta: ¿Podemos nosotros ser testigos mudos?

III. Eficientes en la obra de Dios (1 Tesalonicenses 1:9, 10).

La única manera de testificar en silencio sería viviendo una vida cristiana perfecta como para ser admirada por todos los que nos rodeen. Sin embargo, no puede haber un testimonio mudo en todo el sentido de la expresión. Tampoco es verdad que haya un buen discípulo secreto o escondido. Tarde o temprano, como José de Arimatea, todo creyente tendrá que salir al frente y definir su posición por la fe que profesa.

La iglesia tesalonicense nació en medio de mucha aflicción. La tentación en este caso pudo haber sido que los creyentes quisieran evadir la persecución negando su fe, o escondiéndose del público. En cambio, estos cristianos, desafiando todo peligro, empezaron a publicar y a "divulgar" el mensaje que había transformado su vida. No se avergonzaban del evangelio de

A. Lealtad en el servicio

Pablo no tenía necesidad de decir a otros lo que estaba sucediendo en la iglesia de 1 tesalónica. Como lo explicamos anteriormente, la ciudad de Tesalónica era un punto de gran importancia en la ruta comercial del mundo de aquel entonces. De manera que mucha gente pasaba por allí; y se ponía en contacto con los cristianos de esta ciudad. El testimonio de estos cristianos era tan positivo que pronto las noticias de las maravillas que Dios estaba realizando entre los tesalonicenses empezaron a extenderse a lo largo de la Vía Ignacia.

Pregunta: ¿Cuán genuina era la conversión de estos tesalonicenses?

Pablo señala dos aspectos notables en la conversión de los hermanos de Tesalónica: Ellos se convirtieron de los ídolos como resultado de su fe en Cristo, pero no sólo dejaron a los ídolos, sino que también se consagraron a Dios, "para servir al Dios vivo y verdadero" (versículo 9).

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento persiste la idea de que el verdadero arrepentimiento siempre está compuesto de un abandono de una cosa para dedicarse a otra. El arrepentimiento que no resulta en abandono total del pecado y de la idolatría para consagrarse enteramente a Dios y a su obra no es un arrepentimiento genuino. Hay muchos que sienten olor por el pecado, pero lo que más les duele es que se sepa cuál es su condición; pero no les duele lo suficiente como para apartarse totalmente del pecado y entregar su vida al Señor.

B. Firmeza en la esperanza

Los cristianos tesalonicenses testificaban de Cristo con sus labios y con su vida. Un ejemplo perfecto de esto eran las obras que realizaban en la comunidad, el trabajo de su amor por los creyentes y la firme perseverancia nacida de su esperanza en el Señor.

Nótese que el objeto de su esperanza era Cristo Jesús y su segunda venida. La esperanza en cualquier otro nombre sólo podría provocar la desesperación (Hechos 4:12). La expectación de la venida del Señor debiera ser tan real e importante para nosotros hoy como lo fue para Pablo y los tesalonicenses aquel día. Al final de cada uno de los capítulos de 1 Tesalonicenses nos damos cuenta de que Pablo estaba esperando a Jesús.

Los tesalonicenses estaban sirviendo activamente a Dios mientras esperaban el retorno del Señor Jesucristo. También debemos estar ocupados en el servicio cristiano mientras esperamos que Cristo vuelva por su Iglesia. El servicio a Dios no perderá su recompensa. Pero la infidelidad será castigada.

Enseñanza práctica

Parte del "vivo ejemplo" de los cristianos tesalonicenses era su eficiente servicio cristiano entre tanto que esperaban la segunda venida del Señor. Para comprender mejor lo que significa el servicio cristiano en relación con el regreso de Cristo podemos echar una mirada a las enseñanzas impartidas por Cristo mismo a casi al final de su ministerio terrena

En los capítulos 24 y 25 del Evangelio según Mateo encontramos una serie de enseñanzas y parábolas que explican cual es la mejor manera de esperar el regreso del Hijo de Dios a la tierra. Dos de estas parábolas se ocupan de siervos fieles y siervos infieles. Un siervo fue constituido en mayordomo de la casa de su señor y cumplió con todos los deberes que le fueron asignados. Jesús, al referirse a él, dijo: "Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá." En otra parábola Cristo habló de tres siervos que fueron designados para cuidar de los bienes de su señor. Cada uno recibió cierta cantidad de dinero en proporción con sus habilidades. Cuando el señor de aquellos hombres regresó, su "bienaventuranza" fue para los dos que habían cumplido con sus deberes haciendo uso de su capacidad sabiamente.

Los creyentes de Tesalónica eran ejemplos vivos de esta clase de dedicación al servicio cristiano. Debemos imitarlos, sirviendo fielmente al Señor mientras esperamos su regreso. ¿En qué aspectos puede ser usted un siervo más fiel y eficiente?


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