el ejercicio de los dones
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Título: El Ejercicio De Los Dones

Trasfondo Bíblico: 1 Corintios 14:1-40

Verdad Central: Los dones espirituales deben ejercerse de acuerdo a las normas bíblicas.

Texto áureo: Pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. 1 Corintios 14:12

Objetivos

1. Evaluar las responsabilidades que Dios le da al creyente en cuanto al ejercicio de los dones espirituales.

2. Estar disponibles al ministerio del Espíritu Santo y ejercer los dones espirituales en obediencia a las normas bíblicas.

Bosquejo

I. Desee los dones del Espíritu

A. La actitud bíblica hada los dones

B. Las lenguas y la profecía

II. Edifica a la Iglesia

A. Sonidos inciertos

B. El fervor bien dirigido

III. Mantenga el orden espiritual

A. El llamado a la madurez

B. Limitaciones bíblicas

Introducción

En 1 Corintios 12 Pablo escribió una lista de los dones espirituales que podemos esperar en la Iglesia. (Hay una lista también de dones espirituales en Romanos 12:6-8. Notamos un poco de repetición en estos pasajes, pero cada uno agrega algo que el otro no mencionó. Cuando se juntan, hay una lista completa de dones espirituales.) En el capítulo 13 Pablo recalca la importancia de que los creyentes permitan que el amor motive sus acciones. Su énfasis estaba en el ejercicio de los dones espirituales en amor. Cuando los dones se ejercen sin amor, ni el creyente ni la iglesia recibirá todos los beneficios que el Espíritu desea dar con los dones. En el capítulo 14 Pablo regresó a su tema principal con énfasis especial en las reglas que Dios espera que se observen al ejercer las lenguas y la profecía. Sus instrucciones dan a saber que había confusión y desorden en este aspecto del culto en Corinto. Sin embargo, las lecciones que se destacan en el capítulo 14 se aplican a todos los dones del Espíritu. Pablo dio instrucciones del Espíritu para la Iglesia, de ese tiempo y ahora.

Comentario Bíblico

I. Desee los dones del Espíritu (1 Corintios 14:1-5)

A. La actitud bíblica hacia los dones

En su introducción de 1 Corintios, Pablo expresa su gratitud a Dios por los maravillosos cambios obrados en la vida de los creyentes en Corinto. Sin embargo, aunque reconocía cuánto se habían alejado los corintios de su cultura pagana, veía que aun les faltaban algunas enseñanzas. Estaban llenos del Espíritu y no les faltaba ningún don (1 Corintios 1:7), pero tenían que madurar en su expresión de esos dones.

Pregunta: ¿Por qué dice Pablo "seguid el amor" y no "procurad los dones espirituales"?

"Seguid el amor; y procurad los dones espirituales" (14:1). Esto resume la actitud bíblica y correcta que debían tener cuando el Espíritu los usaba para ejercer sus dones. "Seguid" muestra que Pablo no describía una actitud pasiva. Él hacía resaltar la acción vigorosa. La expresión griega quiere decir seguir, con o sin intenciones hostiles. En el Nuevo Testamento se traduce frecuentemente "perseguir", en cuyo caso el motivo del perseguidor era hostil. En Filipenses 3:14 Pablo usa la palabra "prosigo" cuando habla de proseguir a la meta por el "premio del supremo llamamiento de Dios". Al procurar tener amor en cada aspecto de la vida cristiana, el ejercicio de los dones espirituales será una bendición para todos.

Aunque el Espíritu reparte los dones, el deseo del creyente de ser útil en este ministerio es importante. La persona que es totalmente indiferente hacia los dones espirituales no los verá manifestados en su vida. La palabra griega traducida "procurad" implica tratar con diligencia de conseguir algo, lo que da una idea de cómo se debe desear que el Espíritu obre a través del creyente. También esta palabra se encuentra en 1 Corintios 12:31 y 14:39. Entonces se ve que Pablo exhortaba al pueblo a que deseara sinceramente que el Espíritu lo convirtiera en medio de expresión de los dones espirituales.

B. Las lenguas y la profecía

El creyente debe desear que el Espíritu Santo lo emplee. Sin embargo, cuando los dones espirituales empiezan a manifestarse, el creyente debe recordar su propósito y sus efectos permanentes. Pablo llamó la atención a los resultados de los dones de lenguas y profecía en la congregación. Las reglas que presentó no ponen restricciones ni los critican, como algunos comentaristas que rechazan la experiencia pentecostal. Más bien, la enseñanza de Pablo ayuda al creyente a estructurar el uso de los dones para promover su máximo beneficio a la congregación local.

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia principal que Pablo citó al contrastar el hablar en lenguas y la interpretación de lenguas?

Debe entenderse que Pablo se refería a las lenguas como al don que se ponía en práctica diariamente, no a las que eran sólo la evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo. Recibir el bautismo no es el tema de este pasaje. El le escribe a los creyentes que ya habían sido llenos del Espíritu y que necesitaban madurar en su poder.

AI principio Pablo habló de lenguas desconocidas que ayudarían al individuo pero no a la congregación. Note el contraste de las expresiones: "no habla a los hombres... habla a los hombres" y "a si mismo se edifica... edifica a la iglesia." El motivo del amor aún está en la mente del apóstol. Es bueno que el creyente se edifique, pero no cuando se excluye la bendición del Cuerpo de Cristo. Cuando habla a Dios en alabanza o en oración, su espíritu se edifica aunque no entiende las palabras. Los misterios espirituales hablados en lenguas edifican el espíritu del individuo pero no ayudan a otros sin la interpretación.

Para que nadie creyera que Pablo quería eliminar el don de lenguas de los cultos de la iglesia, dijo que quisiera que todos hablaran en lenguas. El dijo que las lenguas que se interpretaban traían edificación a la iglesia como la profecía (versículo 5).

A veces la profecía es para predecir el futuro, pero su función principal es el ministerio de edificación, exhortación y consolación. En Hechos 15:32 Judas y Silas "como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras." Confirmar significa apoyar o fortalecer. Es fácil entender por qué el Espíritu Santo, por medio de Pablo, recalca el valor de la profecía a la Iglesia.

Las instrucciones de Pablo están bien equilibradas. Cada uno de los creyentes necesita la edificación personal. El don de lenguas produce mucha edificación. Orar, cantar y alabar en el Espíritu sirven para edificar y animar a los creyentes. ¡Qué bendición tan grande! Por eso Pablo enseñó que en el culto de la iglesia el creyente no debe edificarse sólo a sí mismo. "Seguid el amor", dice. Los creyentes deben desear que el Espíritu use sus dones de manera que se ayude a edificar a otros.

II. Edifico a la Iglesia (1 Corintios 14:6-19)

A. Sonidos Inciertos

Tanto las lenguas como la profecía se expresan por inspiración del Espíritu Santo. En este pasaje parece que algunos hermanos corintios dominaban los cultos de la iglesia al hablar en lenguas que no se interpretaban. Pablo pidió que en el ejercicio de los dones espirituales su mayor preocupación fuera la edificación de la congregación entera, no la satisfacción personal.

Si Pablo sólo hablara en lenguas durante sus cultos no les haría ningún bien. Si las lenguas expresaban conocimiento espiritual y revelaciones de la verdad y luego se interpretaban, la congregación recibiría bendiciones (versículo 6).

Pregunta: ¿Por qué es la referencia de Pablo a la música una buena ilustración de lo que estaba enseñando?

Pablo sacó un ejemplo de la música. Si escuchamos de un instrumento una sola nota todo el tiempo o una confusión de notas, no habrá ninguna melodía. Cuando las notas están en un arreglo ordenado, la música fluirá y se entenderá. Por ejemplo. Pablo se refirió a las marchas musicales usadas en batallas durante su época. Los soldados respondían al sonido de diversos toques de trompeta para obedecer ciertas órdenes de combate. Si la trompeta diera sólo notas sin sentido, seria difícil que se prepararan para la batalla. Pablo dijo que las lenguas sin interpretación en los cultos de la iglesia eran como las notas musicales sin arreglo y el toque de la trompeta que no se entiende (versículos 7-9).

El lenguaje debe entenderse para que cumpla su propósito que es comunicar. Pablo reforzó su tesis usando la ilustración de personas que tratan de conversar cuando no entienden el lenguaje la una de la otra. Cada una puede expresar un mensaje inteligente, pero no se puede entender y, por lo tanto, no le sirve de nada a la otra persona (versículos 10,11).

B. El fervor bien dirigido

Pregunta: ¿Por qué no dio Pablo la orden de dejar de hablar en lenguas en público?

Era apropiado que los corintios tuvieran fervor en cuanto a los dones espirituales, pero tenía que ser dirigido hacia la edificación de la Iglesia (versículo 12). Aquí de nuevo está el motivo del amor. Pablo no recomendó que se dejara de hablar en lenguas a causa de la confusión que creaba la falta de interpretación en los cultos. Más bien, cuando alguien hablaba en lenguas en público debía pedir "en oración poder interpretarla" (versículo 13). Eso resolvería el problema.

En los versículos 14 y 15 parece que Pablo se refiere al uso del don de lenguas cuando oraba en privado. Orar y cantar en el Espíritu edificaban su propio espíritu aunque no sabía lo que decía. Sin embargo, había ocasiones cuando necesitaba orar y adorar con palabras que entendía para que tanto el espíritu como la mente pudieran recibir la bendición. Los versículos 16 y 17 se refieren a los cultos públicos. Cuando alguien da gracias a Dios en lenguas sin interpretación, lo que dice es bueno, pero no le ayuda a nadie más.

Pablo le daba mucho valor al don de lenguas (versículo 18). Ese versículo parece referirse a su uso privado del don, porque hace distinción con las palabras, "pero en la iglesia". La clave de esta declaración fuerte en el versículo 19 está en las palabras "para enseñar también a otros". Diez mil palabras en lenguas desconocidas edificarían su espíritu pero no serían de valor para la congregación. Si Pablo sólo pudiera hablar cinco palabras en su propio idioma en la iglesia, escogería esas cinco palabras porque le ayudarían a todos los presentes.

Con su enseñanza sobre los dones espirituales. Pablo da más luz a lo que dijo antes, o sea, que cada creyente es miembro del Cuerpo de Cristo. Así como cada miembro del cuerpo físico obra para el bien de los otros, así debe ser en el Cuerpo de Cristo. Todo lo que un miembro hace debe edificar a la Iglesia. Al usar los dones espirituales, la oración debe ser que el Espíritu Santo use a los creyentes para dar ánimo, fortalecer e instruir a los hermanos en Cristo.

III. Mantenga el orden espiritual (1 Corintios 14:20-33)

A. El llamado a la madurez

En el versículo 20 Pablo habló como un padre muy estricto. Le dijo a la iglesia que ya era hora de empezar a comportarse como adultos. Está bien que uno sea como un niño en cuanto a la inocencia cuando se trata de la maldad, pues es una virtud, pero los corintios tenían que madurar en su entendimiento bíblico

Pregunta: ¿Cómo se compara el juicio que Dios mandó sobre Israel por medio de los asirios al ejercicio de lenguas en la Iglesia?

En el versículo 21 Pablo cita un mensaje del profeta Isaías. El tema principal de Isaías 28:11,12 era el juicio que Dios traería sobre Judá por medio de los asirios, cuyo lenguaje los judíos no entendían. El Espíritu Santo le reveló a Pablo una aplicación de este pasaje. Así como la lengua desconocida de los asirios predijo el juicio venidero, las lenguas por las cuales el Espíritu habla son una señal a los incrédulos que están bajo juicio. La profecía sirve a los creyentes con edificación, exhortación y consuelo (versículos 21,22).

Aunque las lenguas son señal para el incrédulo, sólo la profecía podrá comunicarle un mensaje claro. El uso continuo de las lenguas sin interpretación producirá una reacción negativa en el incrédulo. Si viene a un culto en el cual todos hablan en lenguas, sin interpretación, creerá que los presentes han perdido la razón. Sin embargo, cuando oye el mensaje del Espíritu en el lenguaje que entiende, será convencido de sus pecados y tendrá la oportunidad de adorar a Dios (versículos 23-25) al aceptar a Cristo como su Salvador.

B. Limitaciones bíblicas

El Espíritu da a cada creyente algo que contribuir al culto, pero no importa cuál sea el don, el culto debe ser ordenado. Sería caótico si todos trataran de hablar o cantar algo diferente al mismo tiempo. Si hay mensajes públicos en lenguas, es preferible que sólo haya dos. Si hay tres, serán bastantes. Los mensajes con sus interpretaciones respectivas deben darse uno a la vez. Si no hay nadie presente que tenga el don de interpretación, los que hablan en lenguas deben callar o hablar para sí y Dios y no para la congregación (versículos 26-28). influencia del Espíritu Santo, y de ninguna manera entra en el dominio propio del creyente. Cada profeta debe controlarse de acuerdo a las reglas para la adoración unida que Pablo trazó. Está mal exigir que un don personal sea ejercitado sin darle importancia a las consecuencias que tendrá en el orden del culto. Dios no dirige a nadie a hacer algo que causaría confusión. Él hace la paz, no el desorden (versículos 32,33).

Las profecías deben limitarse a dos o tres también, hablando una persona a la vez. Pablo describió otra forma de culto ordenado cuando dijo: "Los demás juzguen." La palabra griega traducida "juzgar" significa distinguir. Se relaciona con la palabra griega para "discernir" en 1 Corintios 12:10. Ningún don está al mismo nivel de las Escrituras. Si lo fuera, no habría razón de juzgar los dones. Siempre debemos estar dispuestos a someter tales manifestaciones espirituales a la Palabra y al juicio de los cristianos maduros (versículos 29-31).

La declaración de Pablo de que "los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (versículo 32) recalca otra característica importante de los dones espirituales. El creyente no es un conducto sin voluntad propia en cuanto a la actividad espiritual. El ejercicio de los dones espirituales representa una sumisión voluntaria a la

Aplicación

El mensaje de 1 Corintios 13 es como la música ambiental para el capítulo 14. Cualquiera que sea el don que el Espíritu Santo manifieste a través de los creyentes, el mayor interés siempre debe ser el amor al Cuerpo de Cristo. Todo lo que se haga debe ser para la gloria de Dios y la edificación de los hermanos en Cristo.

También se debe recordar que solamente la Palabra de Dios es la guía infalible. Al determinar la voluntad de Dios y la dirección de la vida, la Palabra tiene prioridad. Nada puede reemplazarla.

No es propio interrumpir a otra persona cuando hable; seria inconcebible hacerlo cuando otro cristiano manifieste un don espiritual. "Decentemente y con orden", resume las reglas para el uso de los dones espirituales (1 Corintios 14:40). Hay que tener el mismo respeto por la casa de Dios que por el hogar de otras personas en las visitas. La meta es crear una atmósfera placentera y sin confusión.

Al regular los dones espirituales. Pablo no trataba el tema de los buenos modales solamente. Así como en cualquier otro aspecto de la experiencia cristiana, el ejercicio apropiado de los dones espirituales es una señal de la sumisión del creyente a Dios. Esta sumisión se expresa de dos maneras:

En primer lugar, el cristiano se somete a la influencia del Espíritu en su vida cuando desea con fervor los dones espirituales. En segundo lugar, al manifestarse los dones, el creyente debe someterse continuamente a los deseos del Espíritu en cuanto a su ejercicio.


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